Crianza Mutua
Exhibición en la Sala Ana Cortés Departamento de Artes Visuales de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación
Proyecto Ayni: Creación e intercambios con mujeres artistas en contextos pedagógicos
Curadoras: Maria Elena Retamal y Jocelyn Rodríguez
Equipo de Montaje: Juan Gili, Victor Aranguiz, Nicolás Aguayo, Tita Atan, Antonio Aguayo.
Fotos: Nicolás Aguayo
En la forma de ser y estar que nos hereda el territorio andino, existe la concepción de que todo está embebido de humanidad. Así, se diluye la frontera entre objetos y sujetos, abriendo una mirada donde cántaros de greda se pueden entender como seres vivos. En este contexto, el desarrollo y creación de la alfarería es un proceso recíproco de crianza mutua, donde la arcilla -dotada de humanidad- y quienes la modelan se ven nutridos.
Está exposición nace desde Cantarino, un proyecto de creación de alfarería contemporánea que reinterpreta la tradición de las botellas silbadoras prehispánicas. Esta experiencia concebida como una deriva de investigación mediante la exploración creativa, ha planteado que los silbatos integrados en la cerámica de estas piezas milenarias son una tecnología para dar a estos seres una voz. Así, Cantarino, una serie de seres cerámicos, nació con una voz que ha sido capaz de afectar y abrir experiencias creativas y artísticas dónde se han divulgado y generado conocimientos de esta herencia prehispánica.
Las botellas silbadoras se desarrollaron hace tres mil años en la costa andina de lo que hoy es Perú y Ecuador. Lamentablemente está tradición se acabó en tiempos coloniales junto con muchas tradiciones que la corona española extirpó en territorios andinos. Este proyecto se suma al trabajo de arqueólogos y artesanos que de modo mancomunado han trabajado para conocer y poner en valor está antigua tradición.
En los últimos años Cantarino ha tenido una historia de vida, con diferentes trayectorias. Contexto en el cual se han generado experiencias que son evocadas en la muestra Crianza Mutua. Estos seres animados, con sus historias, huellas y cicatrices son exhibidos junto a tres instalaciones que evocan tres momentos de esta experiencia de creación/investigación: El primero es la participación de las obras en la muestra Canto de Barro, dónde se exhibió un diálogo y encuentro de Cantarino con el conocimiento del colectivo de alfareras Chawechequena de Puerto Ibáñez. La segunda es la experiencia de participar con treinta artesanos del mundo, que crean de modo contemporáneo desde la investigación de antiguas tradiciones, en la muestra "new traditions" en la Bienal de Artesanía y diseño de Eretz Museum en medio oriente. La última es la participación en un espacio satélite de la Bienal de Artes Mediales en la Galería IFA Stuttgart. En todas estas experiencias los lenguajes de la artesanía y creación alfarera han dialogado con los lenguajes de inmersión del arte contemporáneo, los cuales también en un proceso recíproco, se han nutrido complementariamente brindando vida a nuevos seres cerámicos.
En las últimas dos experiencias los Cantarinos pudieron entrar en diálogo con antiguas botellas silbadoras prehispánicas. A raíz de este encuentro ha nacido una nueva serie llamada, Les Vilcas. Estas piezas están de luto replicando, reinterpretando y rememorando a aquellas piezas que están atrapadas en museos, en latitudes muy alejadas de la cordillera andina.
Vilca es un término quechua que refiere a lo sagrado, a los ancestros y también a una semilla con cualidades psicotrópicas que al ser consumida diluye al tiempo moderno, llevándonos a sentir desde las ontologías que nos hereda nuestro territorio.
Sumado a esto la propuesta tiene una sección donde los alumnos de la UMCE puede realizar escucha sonora de una composición de paisaje sonoro creado gracias al Fondo de La Música